Los experimento de Michael Faraday en Inglaterra en 1831 y
los efectuados de forma independiente por Joseph Henry ese mismo año mostraron
que es posible inducir una fuerza electromotriz (fem) en un circuito utilizando
un campo magnético variable. Los resultados de estos experimentos sirvieron
como base para enunciar una ley básica y muy importante de electromagnetismo
que se conoce como la ley de inducción de
Faraday. Una fem (y, por lo tanto, también una corriente) puede ser
inducida por varios procesos que involucran un cambio en el flujo magnético.
Con el análisis de la ley de Faraday, completamos nuestro
trabajo de introducción a las leyes fundamentales de electromagnetismo.
A fin de poder observar cómo es posible inducir una fem
debido a un campo magnético cambiante, consideremos una espira de alambre
conectada a un amperímetro sensible. Cuando el imán se acerca a la espira, la aguja del
galvanómetro se desvía en una dirección. En cuanto se deja el imán en reposo y
se mantiene estacionario en dirección con la espira, no se observa deflexión
alguna. Cuando el imán se alejado de la espira, la aguja se desvía en dirección
opuesta. Finalmente, si el imán se mantiene estacionario y la espira se mueve
ya sea hacia el imán o en la dirección opuesta, la aguja se desviará. A partir
de estas observaciones, concluimos que la espira detecta que el imán se está
moviendo respecto a la espira, y esta detección la correlacionamos con un
cambio en el campo magnético. Entonces, parece existir una relación entre la
corriente y un campo magnético cambiante.
Estos son realmente notables dado que ¡se establece una corriente a pesar de que no existe una batería
presente en el circuito! A esta corriente se le conoce como corriente inducida, y se dice que es el
producto de una fem inducida.
Describamos ahora un experimento conducido por Faraday. Una
bobina primaria se conecta a un interruptor y a una batería. La bobina se
enrolla alrededor de un anillo de hierro, y una corriente a través de una
bobina producirá un campo magnético al cerrarse el interruptor. Una bobina
secundaria también esta enrollada alrededor del anillo y se encuentra conectada
a un amperímetro sensible. En el circuito secundario no hay batería alguna, y
este circuito no está conectado eléctricamente con la bobina primaria.
Cualquier corriente que se detecte en la bobina secundaria deberá haber sido
inducida por algún agente externo.
Inicialmente, se pudiera pensar que nunca podrá detectarse
una corriente en el circuito secundario. Sin embargo, cuando se abre o se
cierra el interruptor existente en el circuito primario, ocurre algo bastante
asombroso. En el momento en que se cierra el interruptor, la aguja del
galvanómetro se
mueve en una dirección y de inmediato regresa a cero. En el
instante en que abre el interruptor se abre, la aguja presenta un movimiento en
la dirección opuesta y de nuevo vuelve a cero. Finalmente el galvanómetro marca
cero cuando existe una corriente estable o no existe corriente en el circuito
primario. La clave para primero comprender lo que está ocurriendo en este
experimento considerar que cuando el interruptor está cerrado, la corriente en
el circuito primario genera un campo magnético que penetra en el circuito
secundario. Además, cuando el interruptor está cerrado, el campo magnético
producido por la corriente en el circuito primario cambia de cero a algún valor
durante un periodo finito de tiempo, y este cambio cambiante induce una
corriente en el circuito secundario.
Como resultado de estas observaciones, Faraday concluyo que en un circuito (en este caso el circuito
secundario) es posible inducir una corriente eléctrica mediante un campo
magnético cambiante. La corriente inducida existe solo durante un corto
periodo de tiempo mientras el campo magnético que pasa a través de la bobina
secundaria este cambiando. En cuanto el campo magnético alcanza un valor
estable, la corriente en la bobina secundaria desaparece. En efecto, el
circuito secundario se comporta como si se hubiera conectado a una fuente de
fem durante un breve lapso. Es habitual decir que una fem inducida se produce
en el circuito secundario debido al campo magnético cambiante.
Los experimentos mostrados tienen algo en común: en ambos
casos se induce una fem en el circuito cuando el flujo magnético a través del
circuito cambia con el espacio tiempo. En general,
La fem inducida en un circuito es directamente proporcional
a la rapidez de cambio del flujo magnético a través del circuito.
Este enunciado, conocido como ley de Inducción de Faraday,
puede escribirse de la forma
Donde ΦB = ∫B*dA es
el flujo magnético a través del circuito.
Si
el circuito se trata de una bobina formada por N espiras, todas ellas de la misma superficie, y si ΦB es el flujo magnético a través
de una espira, habrá una fem inducida en todas las espiras. Las espiras están en
serie, por lo que sus fem se suman; de ahí que la fem total inducida en la
bobina este dada por la expresión
El signo negativo que
aparece en las ecuaciones es de un significado físico de importancia, como se
analizara en la sección.
Suponga que una espira
que encierra una superficie de A se
encuentra en un campo magnético uniforme B, como se ve en la figura. El flujo magnético
a través de la espira es igual a BA cos Θ; de ahí que la fem inducida puede
expresarse como
De esta expresión, observamos que una fem puede ser inducida
en el circuito de varias formas:
·
La magnitud de B puede cambiar con el transcurso
del tiempo.
·
El área encerrada por la espira puede cambiar
con el transcurso del tiempo.
·
El ángulo Θ
existente entre B y la normal de la espira puede cambiar con el transcurso
del tiempo.
·
Cualquier combinación que puede ocurrir entre
los tres puntos anteriores.
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