El sol es una estrella de tipo medio, se estima que tiene una vida de 5000 millones de años. Tiene un radio de 700.000 Km. con una masa solar de 330.000 veces la masa de la Tierra. En la parte externa se produce la fusión que emite. Se le considera un cuerpo negro ideal, que es energía en forma de E = mc2 aquel que absorbe la energía y emite toda la energía que tiene.
La intensidad máxima en un punto de la
Tierra es 1’4 Kw/m2 si es ideal, es decir, si en el camino no se perdiese nada.
Las ondas del Sol llegan como ondas
electromagnéticas en forma de fotones, se propagan a la velocidad de la luz e =
300.000 Km/seg. Un rayo tardará unos 8 minutos en llegar a la Tierra. Se
considera que el sol en un Segundo libera una energía a una temperatura
constante de 5900 Kelvin. Y que emite en diferentes longitudes de onda y dependiendo
de estas, también están los rayos ultravioleta, el espectro visible y los rayos
infrarrojos.
La intensidad de la radiación que llega a
la parte exterior de la atmósfera de la Tierra se conoce como constante solar
(G). No es un valor constante puesto que la distancia entre el
Sol y la Tierra tampoco lo es, y esa
intensidad es dependiente de la distancia. Oscila en valores entre 1400 y 1310
w/m2, tomándose como valor establecido 1353 w/m2. Sin embargo, después de
atravesar la atmósfera se cuantifica que la constante solar es de 1100 w/m2.
Hacia la superficie de la Tierra y le
alcanzan tres tipos de radiaciones:
Radiación directa – Es la que llega a la
Tierra en línea recta desde el círculo solar.
Radiación difusa – Se difunde y dispersa
al chocar con la atmósfera. Sufre muchos cambios de dirección, por ello da la
sensación que procede de la bóveda celeste. Es capaz de alcanzar una superficie
aunque no esté expuesta al sol.
Radiación de Albedo – Procede de cuerpos
cercanos (por ejemplo un edificio). No se suele considerar a efectos de cálculo
porque tiene un valor despreciable.
Algunos efectos que producen las
radiaciones solares son por ejemplo el color del cielo. Es de color azul por el
choque de las radiaciones con las moléculas de nitrógeno y oxígeno. En el atardecer
y amanecer, los rayos del sol llegan más oblicuos por lo que la cantidad de
aire a atravesar es mayor, por esa razón se ve de color rojizo. La radiación
total será la suma de todas las radiaciones. Las radiaciones no llegan en la misma
medida, ni siquiera la directa y la difusa.
La energía que llega a una superficie:
Irradiación
(E)
Es la cantidad total de energía en forma
de radiación que llega a una superficie determinada
en un tiempo establecido. En el S.I. la
unidad es el Julio.
Irradiancia
(I)
Es la energía incidente por unidad de
tiempo y superficie. En el S.I. se mide en W/m2.
Como es lógico la energía debida a la
radiación directa que puede interceptar una superficie expuesta a los rayos
solares, depende del ángulo que forma la misma con dichos rayos.
cos.αI’ = I.
El aparato medidor de la radiación se
conoce como piranómetro.
Astronomía de posición solar
La Tierra va girando alrededor del sol y
tarda en dar una vuelta completa 365 días. A la región que hay entre la órbita
de la Tierra y el Sol se le conoce como elíptica. Va girando sobre sí misma
tardando en dar una vuelta completa 24 horas. La razón por la que las horas de
sol son mayores en verano, así como lo que da lugar a las estaciones del año es
que el eje de la Tierra está desviado unos 23’5º. No influye en esto la
distancia con el sol.
Cuando observamos el sol, vemos que
aparece por el este y se pone por el oeste.
Además no tiene la misma altura en
invierno que en verano, por eso para indicar la posición del sol tendríamos que
dar dos coordenadas que son el Azimut, que es el ángulo que forma la posición
del sol respecto al sur y la altura solar, que es el ángulo que forma la
posición del sol respecto a la superficie horizontal.
Los colectores deberían ir orientados
hacia el sur porque así el sol incidiría prácticamente todo el día. Si no fuese
posible, habría que elegir la más favorable con desviaciones menores del 25%.
Para considerar la sombra de los
colectores o de un obstáculo hay que tener en cuenta el solsticio de invierno,
debido a que es cuando más bajo está el sol y más sombra se produce.
Respecto a la inclinación de los
colectores, debe buscarse que los rayos del sol incidan lo más perpendicular
posible en el colector, por lo que se deben de inclinar. Esta inclinación varía
en función de la latitud del lugar ±10%.
El colector o Panel Solar
El colector solar es el objeto que capta
la radiación solar y la convierte en energía calorífica.
En el mercado se pueden encontrar los
siguientes tipos:
El Colector de placa plana
Es el convertidor solar térmico que
convierte la energía solar en energía térmica extraída del mismo mediante un
fluido y que aprovecha el efecto invernadero. La conversión se realiza mediante
una placa metálica que transfiere la energía térmica a un líquido en contacto
con la placa. Otros elementos del colector son:
Cubierta transparente– Permite aprovechar más energía mediante
el conocido efecto invernadero. Impide que la radiación infrarroja emitida por
el absorbedor se pierda, posibilitando que la misma vuelva a la placa
absorbedora y sea aprovechada. Proporciona la estanquidad necesaria para evitar
la entrada de agua o aire. Se debe prestar especial atención a su resistencia
mecánica, pues debe soportar la fuerza del viento o la presión de la nieve
acumulada. Los materiales más empleados son:
El vidrio – La transmisión energética debe ser
elevada y depende del espesor, del ángulo de incidencia y del tipo de vidrio.
Suelen ser recocidos o templados, lo que mejora sus propiedades mecánicas sin
empeorar la óptica. Deben soportar las posibles presiones externas, así como
las dilataciones o enfriamientos rápidos (debido a tormentas).
Plástico – Presentan propiedades ópticas similares al vidrio,
facilitando también el efecto invernadero. Pesan poco y son poco frágiles,
además tienen baja conductividad térmica.
Como inconvenientes está el posible
abombamiento al dilatarse y que son inestables a la luz ultravioleta
reduciéndose con el tiempo su transmisión energética.
Doble vidrio – Aumentan el efecto invernadero y
reducen las pérdidas por convección. Aumentan la temperatura de la placa
absorbedora y la del fluido caloportador. Sin embargo, son elevados en precio y
las pérdidas ópticas con lo que serán de aplicación exclusiva en condiciones
ambientales frías.
El absorbedor – Recibe la radiación solar y la convierte
en calor que se transmite al fluido calorportador. Las formas son diversas:
placas metálicas separadas unos milímetros, una placa metálica con tubos
soldados o embutidos o dos placas metálicas con un circuito en su interior. La
cara expuesta al sol debe captar la mayor cantidad de rayos de sol por lo que
se suele pintar de color negro u oscuro para conseguir una superficie selectiva
(muy absorbente a la radiación y baja emitividad).En cuanto a la transmisión
del calor desde la placa al líquido es muy buena en absorbedores de doble
lámina y algo peor con tubos adosados. Es importante evitar los puentes
térmicos entre el absorbedor y la carcasa, debiendo estar bien aislados
térmicamente (calorifugados).
Aislamiento posterior – Se emplea para reducir las pérdidas
térmicas en la parte trasera del
absorbedor que debe ser de baja
conductividad térmica. Los materiales pueden ser lana de vidrio, lana de roca,
corcho, poliestireno o poliuretano. Se suele incluir una lámina reflectante (aluminio)
tras la placa absorbedora que refleja la radiación posterior reenviándola a la
placa.
La
carcasa – Protege y
soporta los elementos de colector, permitiendo además anclar y sujetar el
colector al edificio. Debe resistir los cambios de temperatura (dilataciones)
sin perder la estanquidad. Debe resistir la corrosión. Se hacen colectores
completamente estancos al aire, si bien pueden realizarse estancos al agua pero
no al aire (orificios en la parte baja).
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